Actualmente el problema más latente en la Ciudad de Guatemala es el excesivo tráfico y sus graves consecuencias económicas (gastos de mantenimiento, reparaciones, parqueo, horas productivas desperdiciadas al día, dificultad para acceder a empleos), consecuencias ambientales (contaminación) y consecuencias sociales (perdidas de vida, peleas, crisis de salud mental) que impactan en la calidad de vida de todos y todas. La evidencia de esta realidad es que la Ciudad de Guatemala está en el ranking de las diez ciudades con el peor tráfico del mundo[3].
La raíz del tráfico es el modelo de organización espacial que tiene el área metropolitana, ya que existe una gran dispersión entre las viviendas o los lugares de descanso y una gran concentración de empleos y servicios en la región central de la Ciudad. Esto obliga a muchas personas, tanto de la Ciudad de Guatemala como de los municipios aledaños, a movilizarse largas distancias diariamente para ingresar a la Ciudad.
Por otro lado, en la Ciudad de Guatemala las opciones de transporte público son limitadas, la única opción gestionada municipalmente y que se mantiene a través de subsidio es el TRANSMETRO (BRT), que en horas pico presenta largas colas por falta de buses, ya que está subutilizado. Además, se obliga al uso de tarjetas prepago-obligatorias. Sin mencionar que no existe transporte nocturno.
Entre las opciones gestionadas por entidades privadas está el TRANSURBANO que también es subsidiado, tiene poca afluencia y cobra al adulto mayor irrespetando la regulación vigente; por otro lado, los buses extraurbanos que viajan a los municipios aledaños son muy peligrosos, los taxis (en sus diversas modalidades) operan bajo sus propios estándares.
El modelo de organización espacial y las pocas alternativas de transporte público eficiente y seguro obliga al ciudadano a tener que utilizar vehículos privados para movilizarse, esto se evidencia en el crecimiento exponencial del parque vehicular de Guatemala en los últimos 5 años, que ha pasado de 3.5 millones a 4.6 millones.
En la Ciudad de Guatemala se calcula que transitan 1.5 millones de vehículos al día, con un promedio de 1.2 personas por carro.
Solo la región metropolitana representa un 45% de la carga vehicular de todo el país con más de 1 millón de viajes al día en transporte privado y transporte público. De esta demanda de transporte tan solo el 4.7% corresponde al transporte público.
Por otro lado, entre las opciones de movilidad blanda se encuentra algunas áreas con ciclovías, principalmente en el centro de la ciudad, muchas de ellas son peligrosas por los abusos de los carros y las motos, y la infraestructura peatonal en términos generales es muy deficiente en la mayoría de las zonas; No existen banquetas o las mismas son invadidas.
Esta situación es insostenible en el corto, mediano y largo plazo, por lo que es necesario dos estrategias paralelas: 1) Transformar el modelo urbano mono céntrico de la Región Metropolitana para promover un paradigma de proximidad, gestionando alternativas de uso en los espacio público; 2) Creación y ampliación de alternativas de transporte público eficiente en toda la Región Metropolitana, de forma accesible y segura para que los ciudadanos decidan viajar en transporte público y no en un automóvil o moto privada.
El rol de la Municipalidad de Guatemala será justamente gestionar la interacción entre el urbanismo y la movilidad, desarrollando alternativas de transporte público y movilidad blanda que muevan la mayor cantidad de personas al costo más accesible posible, pero a la vez gestionar el paradigma de proximidad en el plan de ordenamiento territorial que acerque los orígenes y destinos de las personas.
Nuestra Administración Municipal plantea el siguiente plan integral para “Promover el paradigma de la proximidad, renovar el transporte público y los sistemas de movilidad blanda para reducir el tráfico”, con las siguientes acciones estratégicas:
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